La combustión de la leña en las estufas y calefactores tradicionales (sobre todo en las de hogar abierto) no es completa.
Su rendimiento es limitado (aprovechamiento solo parcial de la energía de la madera que se traduce en notables derroches hablando en términos económicos y de la preservación de la energía renovable) y la contaminación (formación de monóxido de carbono), se filtra parcialmente en el ambiente y de manera importante en la atmósfera.
El sistema de combustión de estufas Ñuke, permite obtener rendimientos muy elevados (en algunos de nuestros productos superiores incluso al 90%) y eliminar dicha contaminación.
Gracias a la tecnología de doble combustión aplicada a nuestros insertables, cocinas, hornos, salamandras y estufas, el humo de la combustión primaria, rico en monóxido de carbono, es detenido por un techo refractario que separa las dos cámaras, haciéndolo pasar por un combustor que le inyecta oxígeno precalentado.
De esa forma, con el inicio de una segunda combustión, asegura un rendimiento térmico muy elevado y una eliminación radical de las emisiones contaminantes con lo que se logra una alta eficiencia.
¿De qué se trata?
Simplemente de oxígeno. Una parte del oxígeno se utiliza para la combustión de la leña, y otra parte del oxígeno sigue un circuito que lo precalienta y se utiliza para la combustión del humo, libera más calor al ambiente y no contamina el aire exterior. Por estas razones el sistema de combustión Ñuke es ecológico y sustentable.